Casa Soto es una ampliación para una vivienda ubicada en Cuernavaca, Morelos. La intervención contempla una reestructuración de sus servicios sanitarios, terraza y una fachada nueva.

La propuesta parte del análisis de su contexto inmediato en él, se detectaron factores esenciales entre ellos, la tectónica predominante del barrio, la interacción social entre vecinos y el perfil urbano de la calle donde se emplaza. Por consiguiente, se detectó que el 85% de las viviendas estaban realizadas de forma autónoma por los usuarios, dejando la materialidad en su carácter más puro; por lo tanto, se propuso una arquitectura que naciera de la esencia del barrio, una vivienda que se pudiera mimetizar en su contexto a través de la materialidad.

En primer plano se erige la fachada de un solo material, block de concreto en terminación aparente. El block es colocado de tres formas diferentes: dos muros en celosía que funcionan de filtro visual con la calle, un muro restante de carga sin cuatrapear y, finalmente, un espacio libre para la interacción de la terraza con la calle y vegetación preexistente.

El caso de estudio anterior nos da una pauta para el imaginario urbano, ¿cómo la arquitectura puede ser icónica sin ser extrovertida?